En mi día de viaje a Calonge i Sant Antoni, un encantador municipio situado en la comarca del Baix Empordà, tuve la oportunidad de explorar sus maravillas.
Comencé mi visita en la imponente Torre Lloreta, una masía medieval fortificada con una torre de defensa. Su construcción se remonta a los siglos XIII, XVII y XVIII, y presenta un estilo arquitectónico de obra popular. Quedé fascinado por la historia y la estructura de esta torre, que evoca tiempos pasados.
Luego, me dirigí al castell de Calonge, situado en el casco antiguo de la villa de Calonge. Este castillo, construido en los siglos XIII, XIV-XV y XVI-XVII, muestra la grandeza y la arquitectura característica de la época. Exploré sus pasillos y admiré las vistas panorámicas que ofrece desde lo alto.
Continué mi recorrido hacia la Riera de Calonge, un río de Cataluña que nace en Calonge, en la confluencia de la Riera dels Molins y del Rifred. Este río de tipo estacional añade un toque de belleza natural al municipio y desemboca en el mar Mediterráneo, cerca de Sant Antoni de Calonge.
No podía dejar de visitar Sant Martí de Calonge, una iglesia del municipio con una sola nave muy amplia. Su construcción data de los siglos XVIII y XX, y presenta un estilo arquitectónico barroco y románico. Quedé impresionado por la belleza y la serenidad que se respira en la Plaça de la Doma, donde se encuentra ubicada.
Otro lugar que visité fue Santa Maria del Mar, que en la actualidad es una ermita que queda como resto de lo que solía ser un pequeño monasterio de monjas benedictinas. Su construcción se remonta al siglo XII y presenta elementos románicos con influencias góticas. Aunque ahora se encuentra en desuso, su estructura y su historia evocan tiempos pasados.
Llegué a la iglesia de Sant Antoni de Calonge, la iglesia parroquial del municipio. Construida en 1923, presenta un estilo arquitectónico de historicismo arquitectónico. Su ubicación en el Carrer Artur Mundet le confiere un lugar destacado en la localidad.
Después de explorar los encantos arquitectónicos e históricos de Calonge i Sant Antoni, decidí disfrutar de un agradable paseo por sus hermosas playas. Comencé en la Platja de Sant Antoni, donde pude relajarme bajo el cálido sol mediterráneo y disfrutar de la brisa marina. Esta playa ofrece un amplio espacio para descansar y tomar un refrescante baño en sus aguas cristalinas.
Continué mi recorrido hacia la Platja de Sant Jordi, otra hermosa playa ubicada en la zona. Quedé maravillado por su extensa costa de arena dorada y su entorno natural preservado. Aquí pude disfrutar de largos paseos junto al mar y contemplar las vistas panorámicas de la costa.
Luego, me dirigí a la Platja des Monestri, una playa de belleza salvaje y aguas tranquilas. Su entorno pintoresco, rodeado de vegetación y acantilados, creaba un ambiente perfecto para relajarme y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Finalmente, visité la Platja de Belladona, una pequeña playa que se encuentra en una cala apartada. La tranquilidad y la privacidad de este lugar lo convierten en un refugio perfecto para aquellos que buscan un ambiente más íntimo y tranquilo.
Después de disfrutar de las playas, decidí explorar los aspectos naturales de Calonge i Sant Antoni. Me dirigí a Castellbarri, un importante yacimiento arqueológico ubicado en la cima del Puig del mateix nom en la Muntanya de Mas Mont. Esta torre de vigilancia, construida desde el siglo VII a.C. hasta la Edad Media, ofrecía una perspectiva fascinante de la historia antigua de la región.
Para completar mi día de exploración, me aventuré al Puig de la Creu del Castellar, una montaña de 204 metros que forma parte del Massís de les Gavarres. Desde su cima, pude disfrutar de una vista panorámica espectacular que abarcaba el paisaje natural de los alrededores.