El sol brilla en el cielo azul mientras los turistas se adentran en el encantador municipio de Vilassar de Dalt, situado en la comarca del Maresme, en la provincia de Barcelona. Con sus pintorescas calles y su proximidad al Mar Mediterráneo, Vilassar de Dalt es un destino turístico ideal para aquellos que buscan combinar la tranquilidad de un pueblo con la belleza del mar.
El día comienza con una visita al Museo Municipal de Vilassar de Mar, ubicado en una hermosa masía modernista construida en 1902. Este museo alberga una fascinante colección de arte marino que cuenta la historia y los orígenes de Vilassar de Mar, una localidad que se segregó de Vilassar de Dalt en 1784. En las salas del museo, los visitantes pueden explorar las antiguas artes de pesca utilizadas en la zona, mientras que la planta baja exhibe una impresionante colección de herramientas utilizadas por los maestros artesanos. Además, el museo cuenta con una extensa colección cartográfica que muestra la evolución del territorio a lo largo de los años.
Después de empaparse de la rica historia de la región, los turistas se dirigen al Museo de la Mina Vella, ubicado en Ca l'Eudald, un antiguo molino hidráulico. Este museo ofrece una experiencia única al permitir a los visitantes explorar las antiguas minas de la zona. A medida que se adentran en las profundidades de la mina, los turistas pueden descubrir la vida y el trabajo de los mineros, así como la importancia que tuvo la industria minera en Vilassar de Dalt en siglos pasados. Es una oportunidad para sumergirse en el pasado y comprender la dura labor que se realizaba en estas minas.
Después de una mañana llena de descubrimientos culturales, es hora de disfrutar de un almuerzo típico en uno de los acogedores restaurantes del pueblo. Los platos locales, como los deliciosos arroces y los pescados frescos, deleitan los paladares de los comensales, mientras disfrutan de la brisa marina y las vistas panorámicas.
Con el estómago satisfecho, es momento de explorar la arquitectura histórica de Vilassar de Dalt. La imponente Torre d'en Nadal se erige como una torre de defensa y es considerada un Bien Cultural de Interés Nacional. Es una de las tres torres que aparecen en el escudo municipal y es un testimonio de la importancia estratégica que tuvo el municipio en el pasado.
A continuación, los visitantes se dirigen al templo parroquial de Sant Joan, ubicado en la pintoresca Plaza Pau Vila. Este templo, construido en 1939 por el arquitecto Josep Maria Ribas i Casas, es de nueva planta pero conserva el campanario y la fachada de la antigua iglesia del siglo XVIII. Los turistas pueden maravillarse con la belleza de la arquitectura y disfrutar de la tranquilidad de este espacio sagrado.
Con el sol comenzando a ponerse en el horizonte, los turistas deciden aprovechar los últimos momentos del día en las hermosas playas de Vilassar de Dalt. Con su arena dorada y aguas cristalinas, las playas ofrecen el lugar perfecto para relajarse, tomar el sol y refrescarse en el mar. Ya sea dando un tranquilo paseo por la orilla, practicando deportes acuáticos o simplemente disfrutando de la brisa marina, las playas de Vilassar de Dalt son un verdadero paraíso para los amantes del mar.
La playa de Ponent, la cual se encuentra en la parte más al sur de la localidad, limita con la playa de Premià de Mar y está estratégicamente ubicada frente al Mercat de les Flors, un mercado lleno de colorido y encanto.
En la playa dels Pescadors, los visitantes podrán apreciar un espigón de piedras construido específicamente para los pescadores locales. Estos valientes hombres y mujeres continúan ejerciendo su oficio y utilizan este espigón para guardar sus embarcaciones, que son una parte integral de la tradición pesquera de la zona.
Moviéndonos hacia el norte desde la estación, nos encontramos con la playa de Vilassar. Aunque ha conservado su nombre, es importante tener en cuenta que ha perdido la mayor parte de su arena. A pesar de ello, esta playa sigue siendo un lugar encantador para pasear, tomar el sol y disfrutar del sonido relajante de las olas. La playa de Vilassar llega a su fin en el límite municipal con Cabrera de Mar, otro destino costero con su propia belleza y atractivo.