El sol brilla en el cielo mientras los visitantes llegan a Vilassar de Dalt, un encantador pueblo situado en la comarca del Maresme, rodeado por los municipios de Vilassar de Mar, Premià de Dalt, Cabrils y Òrrius. Con una rica historia y hermosos paisajes, Vilassar de Dalt ofrece una experiencia turística inolvidable.
Comenzamos nuestro recorrido en la zona de Can Boquet, hacia la montaña, donde se encuentran importantes yacimientos prehistóricos. Entre ellos, destaca el impresionante dolmen de la Roca d'en Toni, un megálito que se encuentra en el Parque de la Serralada Litoral. Esta antigua estructura megalítica, situada a los pies del Turó d'en Rumpons, es reconocida como uno de los dolmenes más significativos de la comarca del Maresme. El dolmen, con su cámara funeraria y su cubierta de piedra, ha sido testigo de la vida de las primeras comunidades agrícolas de la región. Se dice que debe su nombre al pastor Toni Puig, antiguo propietario de los terrenos, quien jugó un papel importante en la preservación y estudio de este monumento prehistórico.
Continuamos nuestro viaje hacia la Cova de la Granota o Roca de la Granota, también ubicada en el Parque de la Serralada Litoral. Este abrigo natural es famoso por sus formaciones geológicas singulares, con grandes bolas graníticas amontonadas que crean un paisaje único y cautivador. La cueva es un lugar fascinante para explorar, no solo por sus características geológicas, sino también por el ambiente que ofrece, rodeado de vegetación y con vistas impresionantes de los alrededores. Su nombre, que significa 'Roca de la Rana', sugiere una conexión con la fauna local o tal vez una leyenda popular vinculada con la roca.
Después de sumergirnos en la historia prehistórica de Vilassar de Dalt, nos dirigimos hacia el centro del pueblo, donde nos encontramos con la imponente iglesia parroquial de Sant Genís. Esta iglesia, que data del año 1118, destaca por su combinación de estilos arquitectónicos, desde el monumentalismo academicista hasta el gótico tardío. Su presencia dominante en el centro del pueblo ha sido un símbolo de devoción y tradición durante siglos. Al acercarnos a la iglesia, podemos admirar sus detalles arquitectónicos, como las elegantes bóvedas y los vitrales coloridos que narran historias bíblicas y reflejan la riqueza histórica y espiritual de Vilassar de Dalt.
La iglesia de Sant Genís no solo es un lugar de gran importancia religiosa, sino también un testimonio del desarrollo arquitectónico a lo largo de los siglos. Su impresionante fachada y el interior ornamentado nos brindan una visión profunda de la evolución de las técnicas constructivas y el papel central que la iglesia ha jugado en la vida del pueblo a lo largo de la historia.
Continuamos nuestro paseo hasta llegar a la Torre de Can Maians, una torre fortificada construida en el siglo XVI en 1551. Con su estructura robusta y su encanto medieval, esta torre nos transporta en el tiempo y nos permite imaginar la vida en tiempos pasados.
La Fornaca de Vilassar de Dalt es un fascinante sitio arqueológico situado en el municipio de Vilassar de Dalt, en la comarca del Maresme. Este recinto es conocido por albergar tres antiguos hornos romanos que datan de épocas pasadas y que desempeñaron un papel crucial en la producción industrial de cerámica. Estos hornos fueron utilizados para fabricar grandes cantidades de cerámica destinada a la construcción, incluyendo materiales esenciales como ímbrex, tégulas, y ladrillos, así como ánforas y tinajas para el almacenamiento de líquidos. La Fornaca es un testimonio tangible de la importancia de la cerámica en la vida cotidiana y la economía de la antigua Roma. Al visitar el sitio, los turistas tienen la oportunidad de adentrarse en el proceso de fabricación de estos materiales, explorando las estructuras y entendiendo cómo se producían a gran escala. La Fornaca no solo ofrece una visión única de la tecnología antigua, sino que también permite apreciar el ingenio y la habilidad de los artesanos romanos que contribuyeron al desarrollo de infraestructuras y comercio en su tiempo.
Nos dirigimos luego al majestuoso Castell de Vilassar, una fortaleza que se erige imponente sobre la cima de un brazo de la Serralada Litoral. Este castillo medieval, situado estratégicamente para dividir los afluentes de los arroyos del pueblo, domina el paisaje con su robusta presencia. El castillo, integrado en el núcleo urbano de la vila, es un valioso testimonio de la rica historia y el patrimonio arquitectónico de Vilassar de Dalt. Su ubicación en una colina proporciona vistas panorámicas del entorno y subraya su papel defensivo en tiempos antiguos. La fortaleza ha sido testigo de numerosos eventos históricos y ha jugado un papel importante en la protección de la comunidad local. Hoy en día, el Castell de Vilassar no solo ofrece una conexión con el pasado medieval de la región, sino que también se ha convertido en un símbolo de la herencia cultural y la historia de Vilassar de Dalt. Su visita permite a los turistas sumergirse en la historia medieval mientras disfrutan de las vistas espectaculares que el castillo ofrece desde su privilegiada ubicación.
Antes de finalizar nuestra jornada de turismo, hacemos una parada en el Museu-Arxiu de Vilassar de Dalt, ubicado en la masía de Can Banús. Este museo y archivo tiene como objetivo conservar y difundir el patrimonio arqueológico, arquitectónico, histórico, natural y cultural de Vilassar de Dalt y su entorno. Aquí, los visitantes pueden sumergirse en la riqueza histórica y cultural de la región a través de exposiciones y colecciones únicas.
Con su fascinante patrimonio histórico, hermosos paisajes naturales y una cálida bienvenida, Vilassar de Dalt es un destino turístico que combina a la perfección la historia, la cultura y la belleza natural. Ya sea explorando los antiguos yacimientos prehistóricos, maravillándose con la arquitectura de la iglesia de Sant Genís o empapándose de la atmósfera medieval del Castell de Vilassar, cada rincón de este encantador pueblo ofrece una experiencia única.
Además de su patrimonio histórico y arquitectónico, Vilassar de Dalt también cuenta con una ubicación privilegiada cerca del mar Mediterráneo. Sus playas son ideales para relajarse bajo el sol, disfrutar del agua cristalina y practicar deportes acuáticos. Los visitantes pueden saborear deliciosos platos mediterráneos en los restaurantes locales, donde se fusionan los sabores tradicionales con toques modernos.
A medida que el día llega a su fin, los turistas pueden disfrutar de una velada tranquila paseando por las pintorescas calles del pueblo, admirando las fachadas coloridas y respirando el ambiente acogedor. Las tiendas locales ofrecen productos artesanales y souvenirs únicos para llevar a casa como recuerdo de esta experiencia inolvidable.
Con su rica historia, sus tesoros arquitectónicos y su entorno natural excepcional, Vilassar de Dalt es un destino que cautiva a todos los que lo visitan. Cada rincón del pueblo cuenta una historia, y cada visita deja una huella en el corazón de los turistas. Si estás buscando un día de turismo inolvidable, Vilassar de Dalt te espera con los brazos abiertos. ¡Ven y descubre su encanto único!