Un día de turismo en El Masnou es una oportunidad para descubrir la belleza y encanto de este municipio ubicado en la comarca del Maresme. La proximidad de la Serralada Litoral le otorga un relieve accidentado y paisajes impresionantes.
Comienzo mi recorrido por el Carrer del Doctor Jaume Curell, una calle significativa en El Masnou. Su particularidad radica en la disposición de las fachadas de las casas en un lado y los jardines y patios en el otro, creando un ambiente pintoresco y acogedor.
Continúo por el Carrer de Pere Grau, un callejón con construcciones que datan del siglo XIX. El conjunto arquitectónico es muy heterogéneo, con estilos diversos que cuentan historias de diferentes épocas.
Mi siguiente parada es el Carrer de Sant Felip, una calle llana con una arquitectura popular característica del siglo XIX. Sus edificios reflejan la esencia y el estilo arquitectónico de la zona, transportándome a tiempos pasados.
Explorando la naturaleza de la comarca, llego a la Riera d'Alella, un río que nace en Alella y desemboca en el mar en El Masnou. Este curso fluvial recorre el Maresme, ofreciendo un paisaje de gran belleza y serenidad antes de fundirse con las aguas del mar Mediterráneo.
No puedo dejar de visitar el Casino del Masnou, una entidad cultural emblemática del municipio. Su construcción en estilo modernista catalán y arquitectura ecléctica, que incluye un teatro, es un testimonio del esplendor cultural del pasado.
Continuando mi visita por El Masnou, me dirijo hacia la Església de la Mare de Déu del Pilar, una iglesia parroquial ubicada en la vila del Masnou. Su presencia imponente y su arquitectura destacan en el paisaje urbano. Admiro su belleza mientras me sumerjo en su ambiente sereno y espiritual.
Otra joya arquitectónica que descubro en mi recorrido es la Església de Sant Pere del Masnou, la iglesia parroquial de la vila. Su construcción tuvo lugar entre 1760 y 1817, y su estilo arquitectónico popular refleja la historia y la identidad del lugar. Me maravillo ante sus detalles y su importancia como punto de referencia cultural y religioso en la comunidad.
La visita al Masnou no estaría completa sin disfrutar del Mirador de la Plaça de l'Església. Esta obra, ubicada en el municipio, ofrece una vista panorámica hacia el mar, con la iglesia de Sant Pere en su trasfondo. Este mirador, construido en 1957, es un lugar emblemático que permite apreciar la belleza del entorno y sentir la tranquilidad que transmite.
Para completar mi día en El Masnou, decido explorar las poblaciones cercanas. Can Teixidor, Els Ametllers, Santa Madrona y Ocata son lugares que merecen una visita. En especial, la playa de Ocata, ubicada en el barrio litoral del mismo nombre, es un lugar perfecto para disfrutar del sol, el mar y la tranquilidad.