Decidí visitar Premià de Mar, una encantadora villa ubicada en la comarca del Maresme, en Cataluña. Con su ubicación costera, el municipio limita con otras localidades como El Masnou, Vilassar de Mar y Premià de Dalt.
Mi visita coincidió con la festa major, que se celebra en honor a Sant Cristòfol y tiene lugar del 9 al 14 de julio. Tuve la oportunidad de participar en varias actividades festivas y disfrutar del ambiente alegre y animado.
Durante mi recorrido por Premià de Mar, descubrí diversas edificaciones de la época premodernista dedicadas a escuelas como La Salle, l'Assís y La Lió. Estas construcciones me impresionaron con su encanto arquitectónico y su rica historia.
Una de las características más fascinantes de Premià de Mar es su ubicación costera, combinada con la presencia de montañas cercanas. El municipio limita con el Parc de la Serralada Litoral y forma parte de este espacio natural protegido. Esto ofrece a los visitantes una oportunidad única de disfrutar de la naturaleza tanto en la playa como en las montañas.
Premià de Mar cuenta con un impresionante litoral de 2,5 kilómetros, con cinco playas diferentes para explorar: la playa de Llevant, el Pla de l'Os, la Platja de la Descàrrega, la playa de Bellamar y la Platja de Ponent. Aproveché el buen clima para relajarme en la arena, tomar el sol y refrescarme en las aguas cristalinas del mar.
Durante mi visita a Premià de Mar, también descubrí la presencia de búnkers construidos durante la Guerra Civil Española. Se han conservado tres de estos búnkers, que se encuentran en la Playa del Pla de l'Ós y en el Puerto de Premià. Estas estructuras testimonian el pasado histórico de la región y sirven como recordatorio de los eventos que tuvieron lugar durante ese período turbulento.
En mi recorrido cultural por Premià de Mar, visité algunos de sus edificios más emblemáticos. Uno de ellos es el Patronat, un edificio protegido como Bien Cultural de Interés Local, que data del siglo XIX y XX. Esta obra de arquitectura modernista me impresionó con sus detalles artísticos y elegancia.
Otra estructura interesante que descubrí fue la Fàbrica del Gas, un edificio que sigue un estilo arquitectónico ecléctico y tiene sus orígenes en el siglo XIX. Esta construcción me fascinó por su diseño único y su historia industrial.
No podía dejar de visitar la iglesia de Sant Cristòfol de Premià, una iglesia parroquial situada en la plaza del Ayuntamiento de Premià de Mar. Construida en el siglo XVIII, presenta un estilo arquitectónico barroco que cautiva la atención de los visitantes. Tuve la oportunidad de visitar el interior de la iglesia y admirar sus hermosas decoraciones y detalles arquitectónicos.
Finalmente, me dirigí al yacimiento romano de Can Farrerons, una zona arqueológica que revela restos de un pabellón de recepción construido en el siglo V d.C. Según las indicaciones, este edificio era utilizado para celebrar banquetes y disfrutar de baños. Con el paso del tiempo, se destinó a la producción agrícola. Fue fascinante ver los restos de esta antigua construcción e imaginar cómo era la vida en aquel entonces.