El sol brilla en el cielo despejado mientras comienzas tu día de turismo en Sant Joan de les Abadesses, un encantador municipio situado en la comarca del Ripollès, en el curso alto del Ter. Tu primera parada es el Passeig del Comte Guifré, una hermosa rambla que se extiende entre el barrio antiguo y el barrio del Raval.
Caminas por esta pintoresca calle, rodeado de edificios que reflejan la arquitectura popular del siglo XIX y XX. Admiras sus fachadas encantadoras y su estilo arquitectónico típico de la zona. El ambiente tranquilo y acogedor te invita a explorar más.
Continuando tu recorrido, llegas a la Casa Rita Conill, un edificio de construcción más reciente. La fachada de piedra picada destaca entre las construcciones circundantes, y su estilo arquitectónico modernista catalán atrae tu atención. Te maravillas ante la combinación de elementos tradicionales y modernos en esta hermosa casa.
A medida que avanzas por las calles de Sant Joan de les Abadesses, te encuentras con el imponente Palau Abacial, un edificio gótico cercano al conjunto monástico de la localidad. Este palacio de tres naves y su pequeño claustro te transportan a tiempos pasados. Te deleitas con los detalles arquitectónicos góticos y te sientes maravillado por su ubicación en la Plaza de l'Abadia.
Tu siguiente parada es el Monestir de Sant Joan de les Abadesses, un antiguo monasterio en el corazón del municipio. Este majestuoso edificio de tres naves muestra la influencia de los estilos románico y gótico a lo largo de los siglos. Te sorprende el buen estado de conservación y el hecho de que todavía esté en funcionamiento. Te tomas un momento para disfrutar de la paz y la serenidad que emana de este lugar sagrado mientras exploras sus rincones.
Continuando con la visita, llegas a la Plaça Major de Sant Joan de les Abadesses, una encantadora plaza compuesta por cuatro fachadas. En cada una de ellas, se encuentran cuatro farolas que iluminan el espacio. La plaza, construida en los siglos XIII y XIV, presenta una fisonomía típica de los mercados de la época. Los estilos arquitectónicos románico y gótico se entrelazan en este lugar, creando una atmósfera única y pintoresca.
Visitas la iglesia románica de Sant Pol de Sant Joan de les Abadesses. Aquí, solo quedan las ruinas de la antigua iglesia, pero la cabecera y el frontis aún se mantienen en pie. Te maravillas ante la belleza del estilo románico y notas los toques barrocos que se han agregado a lo largo del tiempo. Te imaginas cómo habría sido esta iglesia en su esplendor original.
Desde la Plaça Major, te diriges hacia el Pont Vell de Sant Joan de les Abadesses, un puente medieval que ha experimentado diversas transformaciones a lo largo del tiempo. Este puente, de estilo gótico con influencias del historicismo, atraviesa el río Ter. Admiras la belleza arquitectónica de esta estructura, que ha sido testigo de siglos de historia y aún se mantiene en pie para conectar ambas orillas.
Siguiendo tu recorrido, llegas al Paratge de Lourdes, un pequeño oratorio ubicado en una larga franja suspendida sobre la antigua carretera de Olot. Este oratorio, construido en el siglo XX, muestra la arquitectura popular típica de la zona. Te detienes un momento para contemplar este lugar tranquilo y disfrutar de las vistas panorámicas que ofrece.