Tamarit, un hermoso pueblo antiguo situado en las proximidades del mar, se alza majestuosamente a la derecha de la desembocadura del río Gaià, sobre un imponente promontorio rocoso. En este encantador rincón, podemos apreciar en relativo buen estado el recinto amurallado conocido como vila closa, así como algunos vestigios del antiguo castillo. Este conjunto histórico incluye las antiguas prisiones municipales, la iglesia de la Asunción, la vicaría, la casa del Comú, la plaza de la iglesia, dos torres, algunas viviendas, una batería del siglo XVI y los restos de la muralla que fue construida en tiempos de Pedro III el Ceremonioso.
La iglesia de la Asunción destaca entre las maravillas arquitectónicas de Tamarit. Este edificio religioso de estilo románico cuenta con tres naves cubiertas por impresionantes bóvedas de cañón y una cabecera de forma recta. Constituye uno de los ejemplos más auténticos y tempranos de la arquitectura románica en el término municipal de Tarragona.
El castillo, cuya historia se remonta al siglo XI, añade un toque de misterio y grandeza histórica al paisaje de Tamarit. Desde sus imponentes murallas, se puede disfrutar de vistas panorámicas del mar y la costa, transportándonos a una época de esplendor y defensa.
Caminar por las calles empedradas de Tamarit es como adentrarse en un viaje en el tiempo. Cada esquina revela fragmentos de historia y nos sumerge en el legado de siglos pasados. El ambiente medieval, las casas centenarias y los detalles arquitectónicos nos transportan a la autenticidad de este encantador pueblo.
Explorar Tamarit es una experiencia enriquecedora para los amantes de la historia y la cultura. Cada paso nos acerca a nuevas maravillas que nos recuerdan la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio cultural. Un día de turismo en Tamarit nos permite apreciar la belleza de este antiguo pueblo y su conexión con el pasado, sumergiéndonos en un fascinante viaje a través del tiempo.