Bellver de Cerdanya, un encantador municipio ubicado en la comarca de la Baixa Cerdanya, fue el destino de mi día de turismo. Situado a medio camino entre Puigcerdà y la Seu d'Urgell, este pintoresco pueblo me recibió con su rica historia y su impresionante arquitectura.
Mi primera parada fue en el Castell de Sant Martí dels Castells, un monumento en Bellver de Cerdanya. Este conjunto medieval está compuesto por un castillo y una iglesia homónima, situados en lo alto de una pequeña colina. Parte de Sant Martí dels Castells, el castillo exhibe un estilo arquitectónico románico y data del siglo XIII. Desde allí, pude disfrutar de unas vistas impresionantes de los alrededores.
Luego, visité la iglesia de Santa Maria i Sant Jaume, una joya arquitectónica en Bellver de Cerdanya. Construida en piedra y mampostería, esta iglesia medieval del siglo XVIII cuenta con una sola nave y presenta un estilo gótico. Su ubicación en el Carrer de l'Església añade encanto al paisaje urbano.
También exploré las ruinas del Castell termenat de Bellver, ubicado en lo más alto del pueblo, a la izquierda del río Segre. Aunque solo quedan restos del castillo y parte de una muralla, su presencia evoca la historia y el pasado medieval de la región.
Además, tuve la oportunidad de visitar las poblaciones cercanas de Baltarga, Bor, Santa Eugènia de Nerellà y Éller, donde pude admirar las iglesias románicas de Sant Andreu de Baltarga, Sant Marcel de Bor, Santa Eulàlia d'Éller, respectivamente. Cada una de estas iglesias muestra características únicas y refleja el estilo arquitectónico de la época.
Me dirigí a Sant Julià de Pedra, una iglesia en Bellver de Cerdanya. Esta iglesia, datada a finales del siglo XI, exhibe un estilo arquitectónico de arte románico catalán. Su ubicación en Pedra añade un toque histórico a la visita.
Continué mi visita en Bellver de Cerdanya explorando la belleza natural de la región. Una de las impresionantes formaciones geológicas que pude admirar fue La Roca Foradada. Esta montaña, con una altura de 1.980 metros, se encuentra en el valle de Pi, en el municipio de Bellver de Cerdanya. Su nombre se debe a la presencia de un agujero o forat en la roca, que le otorga un aspecto único y distintivo.
Además, me dirigí hacia El Pradell, una montaña de 2.213 metros ubicada en el límite del serrat de la Muga y de la Serra de la Moixa. Desde su cumbre, pude apreciar unas vistas panorámicas impresionantes de los alrededores y disfrutar de la majestuosidad de la naturaleza en toda su magnitud.
Bellver de Cerdanya me sorprendió no solo con su rica historia y su patrimonio arquitectónico, sino también con su entorno natural impresionante. Estas montañas emblemáticas son solo una muestra de la belleza y la diversidad paisajística que se encuentra en esta encantadora región.