Decidí pasar un día explorando la encantadora ciudad de Rubí, un municipio con una rica historia milenaria situado en la comarca del Vallès Occidental. Esta ciudad, con su mezcla de historia antigua y vibrante vida moderna, ofrece una experiencia única para los visitantes. Sus calles adoquinadas, plazas históricas y edificios emblemáticos crean un ambiente que invita a descubrir cada rincón. Desde la arquitectura medieval hasta los modernos espacios culturales, Rubí se presenta como un lugar lleno de carácter y tradiciones.
Comencé mi recorrido visitando el Castell de Rubí, un imponente castillo que se erige como testigo de siglos pasados. Construido entre los siglos XIII y XV, este castillo no solo destaca por su arquitectura fascinante, sino también por su estratégica ubicación en lo alto de una colina que ofrece una vista panorámica de la ciudad y sus alrededores. Mientras exploraba sus salas históricas, podía imaginar cómo era la vida en el castillo en tiempos antiguos, desde las salas de banquetes hasta las habitaciones de los nobles. Los muros de piedra y las torres defensivas cuentan historias de épocas medievales, y el castillo se presenta como un símbolo perdurable de la rica herencia de Rubí.
Continué mi día visitando la Església de Sant Pere, una hermosa iglesia protegida como bien cultural de interés local. Esta iglesia destaca por su fascinante combinación de estilos arquitectónicos, que incluyen elementos románicos junto con adiciones de los siglos XVI y XIX. Al ingresar, me sorprendió la armonía entre los distintos estilos y la serenidad que emana del lugar. La estructura de piedra, los arcos robustos y las ventanas de vidrio colorido crean un ambiente de paz y reflexión. Mientras paseaba por el interior, pude admirar los detalles ornamentales y disfrutar de un momento de calma en este entorno sagrado, que refleja la rica historia y la importancia cultural de Rubí.
Luego, me dirigí a Sant Muç de Rubí, una pequeña iglesia que encarna la devoción religiosa en el municipio. Construida entre los siglos XIV y XVIII, esta iglesia presenta una arquitectura encantadora con un diseño sencillo pero significativo. Su fachada modesta y el entorno tranquilo contribuyen a un ambiente de espiritualidad y recogimiento. Al detenerme allí, pude apreciar la simplicidad de su estructura y conectar con la esencia del lugar. Sant Muç de Rubí, con su historia y su atmósfera serena, ofrece una experiencia auténtica y contemplativa, ideal para quienes buscan sumergirse en la devoción y la tradición local.
Después de explorar los sitios religiosos, decidí dar un paseo por el Carrer Colom, una calle emblemática en Rubí. Esta calle, que se cruza con otras como Pau Claris, Doctor Robert y Floridablanca, me ofreció la oportunidad de disfrutar del ambiente local, conocer tiendas y sumergirme en la vida cotidiana de la ciudad.
Para aprovechar al máximo mi visita a Rubí, decidí dedicar la tarde a explorar algunos lugares emblemáticos de esta encantadora ciudad.
Comencé mi recorrido visitando L'Ajuntament de Rubí, un hermoso edificio ubicado en la Plaça de Pere Aguilera. Este edificio, construido en el siglo XIX, presenta un estilo arquitectónico noucentista que refleja la elegancia y el encanto de la época. Admiré su fachada y su diseño, que reflejan la importancia histórica del ayuntamiento en la ciudad.
A continuación, me dirigí hacia los torrentes de la región. Primero, visité el torrent de Can Solà, un encantador curso de agua que surge del turó de Montagut y atraviesa las urbanizaciones de Can Solà y Castellnou. Mientras caminaba a lo largo de su cauce, disfruté de un agradable paseo rodeado de la belleza natural que ofrece la región. El torrente, con sus aguas cristalinas y el entorno verde y frondoso, proporciona un refugio de tranquilidad y una oportunidad para conectarse con la naturaleza. Observé cómo el río serpenteaba entre la vegetación y me dejé envolver por la serenidad del paisaje.
Después, me dirigí al torrent de Can Xercavins, otro curso de agua que nace en la serra de Can Carreres. Este río también ofrece un hermoso entorno natural, ideal para explorar y disfrutar de la belleza del paisaje. Al pasear junto al torrente, me deleité con el sonido relajante del agua fluyendo y la exuberante vegetación que rodea su curso. La combinación de la frescura del agua y la vibrante flora crea un ambiente rejuvenecedor, perfecto para una inmersión completa en la naturaleza y para disfrutar de un momento de calma en medio de un entorno pintoresco.
Antes de finalizar mi día en Rubí, visité Les Escoles Ribas, un edificio modernista que refleja la influencia del estilo noucentisme. Este edificio, construido en el siglo XX, es un ejemplo destacado de la arquitectura de la época. Admiré su diseño y detalles ornamentales, que destacan en el entorno urbano.
Con el corazón lleno de la historia y la belleza de Rubí, me despedí de esta encantadora ciudad con la certeza de que volvería para seguir explorando sus tesoros y descubrir más de su encanto único.