El encanto medieval de Cartes, enclavado en el corazón de Cantabria, transporta a los visitantes a través de los siglos, ofreciendo una experiencia única de inmersión en la historia. Las calles empedradas y los monumentos antiguos de Cartes Medieval revelan el rico legado de la región, mientras que el río Besaya serpentea suavemente a través del paisaje, añadiendo un toque de serenidad y belleza natural al entorno. Mijarojos, una pintoresca localidad del municipio, invita a los viajeros a desconectar del bullicio de la vida moderna y sumergirse en la tranquilidad del campo cántabro.
Santiago de Cartes, una localidad encantadora, destaca por su emblemático Puente de Cartes, una estructura histórica que conecta el núcleo urbano con la villa capital del municipio. Este puente no solo sirve como un importante punto de cruce sobre el río, sino que también es un símbolo de la unión entre la tradición y la modernidad en la región. Su arquitectura, que ha resistido la prueba del tiempo, añade un valor estético y funcional que enriquece el paisaje local, ofreciendo a los visitantes una vista pintoresca y un recordatorio de la importancia de la infraestructura histórica en el desarrollo de las comunidades.
El Torreón de Cartes, una imponente fortaleza defensiva construida en el siglo XV, es otro destacado punto de interés. Este antiguo castillo, que una vez sirvió como baluarte en tiempos de conflictos y estrategias militares, ahora se erige como un testigo silencioso del pasado medieval de la región. Sus robustas paredes y su arquitectura imponente evocan una época de batallas y fortificaciones, proporcionando una fascinante perspectiva sobre la historia militar y defensiva de Cantabria. La visita al Torreón ofrece una inmersión en la historia medieval, permitiendo a los visitantes imaginar la vida en una fortaleza de antaño y apreciar el ingenio y la fortaleza de sus constructores.
En la villa de Cartes, el casco histórico se revela como un auténtico tesoro arquitectónico. Perderse entre sus callejuelas adoquinadas es como viajar atrás en el tiempo, donde cada esquina y cada edificio cuentan una historia de épocas pasadas. La Casona de los Obregón, con su elegante fachada y su diseño señorial, es un ejemplo sobresaliente de la arquitectura cántabra, reflejando el estatus y la riqueza de sus antiguos propietarios. Del mismo modo, la Casona de Quijano Mier, con sus detalles ornamentales y su imponente presencia, añade al carácter histórico del casco antiguo. Estos ejemplos de arquitectura señorial no solo embellecen el entorno urbano, sino que también preservan y celebran la herencia cultural y arquitectónica de Santiago de Cartes y sus alrededores.
El barrio del Ribero, con su encanto rural y sus tradicionales casas de piedra, ofrece un vistazo auténtico a la vida tradicional en la villa de Cartes. Sus calles tranquilas, flanqueadas por edificaciones que parecen surgir directamente del paisaje, evocan un sentido de historia y comunidad que resuena con la esencia del pasado. Este barrio, con sus callejuelas empedradas y sus hogares de arquitectura tradicional, brinda a los visitantes una experiencia inmersiva en la vida cotidiana de épocas anteriores, haciendo sentir a los turistas que han retrocedido en el tiempo y han experimentado la auténtica atmósfera del campo cántabro.
La localidad de Yermo, por otro lado, destaca por su impresionante Iglesia de Santa María de Yermo, una joya del románico que se erige como un testimonio de la profunda devoción religiosa y el arte arquitectónico de la región. Esta iglesia, con su sobria elegancia y sus detalles románicos bien conservados, es un lugar de gran significado histórico y espiritual. La sencillez y la solemnidad del edificio reflejan la profunda fe y la dedicación de las comunidades que la han venerado a lo largo de los siglos. La visita a la Iglesia de Santa María de Yermo ofrece una inmersión en la espiritualidad y el arte religioso de la época medieval.
La ermita de San Cipriano en Cohicillos también es un refugio de paz y espiritualidad, ofreciendo un ambiente sereno ideal para la reflexión y la contemplación. Este pequeño pero significativo lugar de culto se encuentra en un entorno natural que acoge a los visitantes en un espacio de tranquilidad y recogimiento, permitiendo un retiro momentáneo del ajetreo cotidiano para disfrutar de la belleza y la calma del campo cántabro.
Para los amantes de la naturaleza, la Vía Verde del Besaya representa una oportunidad única para explorar el entorno natural del municipio. Esta ruta, que sigue el antiguo trazado de una vía de ferrocarril, permite a los caminantes y ciclistas sumergirse en paisajes vibrantes y diversos, desde frondosos bosques hasta riberas tranquilas. La Vía Verde es ideal para quienes buscan una experiencia activa en la naturaleza, combinando ejercicio físico con el disfrute de la belleza natural de la región.
El Parque de El Ansar proporciona un oasis de tranquilidad y recreación en medio de la vida urbana. Este parque, con sus amplias zonas verdes, áreas de picnic y senderos arbolados, es el lugar perfecto para relajarse y disfrutar del aire libre. Ya sea para un paseo tranquilo, una tarde de juegos en familia, o simplemente para desconectar y apreciar el entorno natural, el Parque de El Ansar ofrece un refugio apacible para todos los visitantes que buscan una pausa del ritmo frenético de la vida diaria.
Además de su rica historia y su belleza natural, Cartes ofrece una variedad de actividades para disfrutar durante la visita. Los turistas pueden explorar los senderos pintorescos que serpentean a lo largo del río Besaya, disfrutar de actividades al aire libre como el senderismo y el ciclismo, o simplemente relajarse en los encantadores parques y áreas verdes del municipio. La gastronomía local también es una parte esencial de la experiencia, con restaurantes que ofrecen delicias culinarias tradicionales, como la cocina pasiega, que incluye platos como el cocido montañés, las quesadas y los sobaos.
La villa de Cartes, con su casco histórico y las imponentes Casona de los Obregón y Casona de Quijano Mier, destaca como un enclave arquitectónico de gran belleza y significado histórico. Santiago de Cartes, con su Puente de Cartes y el Torreón de Cartes, agrega un toque de grandeza medieval a la experiencia, mientras que el barrio del Ribero ofrece una mirada auténtica a la vida rural cántabra.
La localidad de Yermo, con su Iglesia de Santa María de Yermo y la ermita de San Cipriano en Cohicillos, proporciona momentos de paz y espiritualidad en medio de la naturaleza. Además, la Vía Verde del Besaya invita a los visitantes a explorar el entorno natural del municipio, mientras que el Parque de El Ansar ofrece un refugio tranquilo para disfrutar de la belleza escénica.
La vida cultural de Cartes es igualmente vibrante, con eventos y festividades que se llevan a cabo durante todo el año. Desde ferias tradicionales hasta conciertos al aire libre y exposiciones de arte, siempre hay algo emocionante que ver y hacer en el municipio. Los visitantes pueden sumergirse en la autenticidad de la vida local, interactuar con los lugareños y participar en las celebraciones que celebran la rica herencia cultural de la región.